Nacido en St. Boniface, Manitoba, Canadá, en 1960, Van Ginkel se trasladó con su familia a Calgary en 1973. En busca del cambio y un nuevo estímulo que luego se trasladó a Vancouver en 1996, sin embargo, volvió a Calgary en 2001. Antes de obtener una Maestría en Bellas Artes por la Universidad de Syracuse en Nueva York, fue educado en la Escuela de Arte de Alberta, en Calgary. Después de trabajar como ilustrador para 6 años, Van Ginkel ha sido un pintor de arte que se especializa en temas occidental desde 1990. Algunos artistas que inspiran e influyen en él incluyen a John Singer Sargent, Diego Velázquez y Frans Hals. Parte del crecimiento de Van Ginkel como artista ha venido de viajes pintura extenderse a centros de arte más importantes, incluyendo Nueva York, Italia, Australia, México y Santa Fe. Además de recoger la materia infinita e inspirador, como resultado de los viajes mundiales, Van Ginkel también asiste a sesiones de fotos de referencia en distintas partes del suroeste. Van Ginkel ha recibido numerosos premios y distinciones por su trabajo, incluyendo 4 Estampida de Calgary Exposición de los premios Best Show. Además de haber sido seleccionado recientemente por el Arte Fresco Bellas Editores [Albuquerque] como uno de los mejores artistas occidentales de la actualidad [un libro de tapa dura fue publicado titulado "Las tradiciones occidentales - Artistas contemporáneos del oeste americano"] había cubrir artículos de fondo en la marzo 2004 de la revista Arte y suroeste de noviembre de 2005 de la revista Appaloosa Journal. Van Ginkel es miembro de los Pintores de petróleo de América y fue galardonado con el encargo de pintar el cartel de 2007 Estampida de Calgary de Exposiciones.
Pablo Solari por Adrian G Basualdo Un largo y solitario camino La mirada clara de Pablo Solari custodia el paisaje raigal del barrio porteño de Flores, donde nació en abril de 1953. Un lugar de avenidas transitadas, como aquella Juan Bautista Alberdi en la que medio siglo atrás estuviera su casa natal, o la San Pedrito en la que hoy tiene el taller que comparte con "Monchi", el gato blanco que pasea con gracia por entre colores y pinceles, pero también de calles recoletas, de adoquines adecuados para el fútbol entre amigos y la lectura compartida de los libros de aventuras de la colección Robin Hood. Una infancia con eje en la vida familiar, donde la presencia de Italia se materializaba en padres y abuelos inmigrantes recientes, originarios de la Toscana, que se resistían a dejar su lengua y sus costumbres, sus canciones y el sobrevuelo de las melodías de Puccini y de Verdi cuyos ecos aun tienen vigencia en las mañanas frescas de este invierno de 2003. L
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